Llevaba unas semanas
dándole vueltas este día... Pensando en escribir sobre este año de
Amor. En este año de Pasiones. En este último año de intensas
vidas. De letras apagadas, de canciones descubiertas, de miradas, de
encuentros: para hablar de mi, de la Mujer, de montañas, de teatros
del mundo, de palabras, de versos, de besos, de cambios, de casas, de
lugares perdidos, de planes frustrados, de planes realizados, de
miradas fugaces entre gente, de secretos, de listas interminables de
acontecimientos que ocurren en semanas y segundos entre un año y
otro. De la Luna. De lo que me mueve a escribir, de lo que me mueve a
escribirte, de lo que me mueve a no recordar los sueños, de las
necesidades de teclear año tras año palabras, entradas, post, e
ideas felices y peregrinas. Llevaba unos días luchando contra los
pensamientos espirituales, contra los deseos y contra los deberes.
Echando de más y de menos, odiando sistemas, sintiendo rarezas de
recuerdos, advirtiendo soledades y necesidades. Con el alma encogida
y el corazón ensanchando su hueco. Llevo horas pensando... Ahora.
Los aniversarios, nos impiden mirar al futuro porque se celebra el
pasado. Se conmemora la duración y la permanencia. La resistencia al
paso del tiempo, el triunfo de la continuidad. El peso de lo ya
hecho. No es malo ni bueno, no es nada. Es el punto marcado para
tener un recuerdo. Recuerdos. Mirando todo ese pasado, todo ese
tiempo recorrido, al final, el deber que nos tenemos que poner es el
de vivir cada momento para dejar un recuerdo cultivado, luchado y
amado. Frases hechas que toman un poco de sentido común para no
dejar sensaciones de fracaso, de no haber estado ahí, de no haber
intentado vivir cada situación como si fuera la más importante de
la vida, de sentir que aunque no es lo que debemos hacer, és lo
queremos hacer; la espera, la continuación, la vida que queremos
tener y no podemos. Es querer romper las distancias y los tiempos y
las costumbres. Es llorar sin miedo delante de todos, es reír sin
miseria, es amar de una forma casi pornográfica porque no dejamos de
mostrarlo todo, de darlo todo, de mojarlo todo. Es vivir. Mañana
será otro año. Mañana será tarde. Mañana sera el principio de
otro final que nos moverá a otras entradas en otras casas. Mañana
será otra silla en la que sentarse. Mañana no existe. Recuerdos
agolpados será mañana. Aquí se encuentran todos y no se nombra
ninguno... Aquí me libero de todo. Aquí le escribo a nadie pensando
que lo lees tú. Aquí me invento una vida falsa camuflada de
verdades. Aquí me despisto y me pierdo. Desde aquí puedo ser
siempre un mentiroso. Recuerdo mis mentiras. Busco entre las lineas
pasadas las verdades que dejé escritas para encontrar tantas
lecturas como Ojos quieran verlas. Recuerdos tristes, porque parece
que es lo que más nos gusta celebrar, aunque a veces me niegue, y me
busque haciendo lo que me da la gana porque necesito sonreír a pesar
de todo para recordar el momento. Llevaba minutos intranquilo,
sintiendo que mi tristeza se quiere escapar, porque las pérdidas
eternas nos empujan, porque nos frenamos ante la vida, porque
necesitamos estar y ser y querer y dar. Me niego a tantas cosas... me
niego a pensar que no se pueden recordar pensamientos futuros... me
niego a no querer, a no amar, a no sentir cada paso, cada pasión,
cada mirada y cada palabra, aunque me cueste la vida...porque no nos
queda otra que buscar ese recuerdo que merezca la pena sembrar. Para
que el día que no estemos, sólo puedan recordar que se murió
viviendo todo. Para que el día que leamos otro año más, sea
siempre un año menos de tristezas. Para enterrar a los enemigos, a
las malas energías, a las desastrosas vivencias, a los dolores de
alma. Cada año que pasa y escribo siento que pierdo algo, que dejo
algo, que algo pasa... pero al mismo tiempo siento ganado un segundo
de infinita paz, porque no se puede hacer de otro modo, no se puede
hacer otra cosa que vivir con todo para morir sin nada que
reprocharse, para morir sin nada dejado, para morir habiendo amado,
escrito, actuado, leído, soñado, rozado, mirado, robado y sentir
ese abrazo... El próximo año vendrán otras letras cargadas de
tanta razón como estas tienen. El próximo año será la corrección
de éste. El próximo, ése que empieza ahora, borrará como un
diluvio los males adquiridos...
He llorado mucho este
año. He amado más. He reído mucho este año. He ganado mucho más
de lo que he perdido.
Todo queda escrito en
tinta invisible...
...adiós
Lalo...
1 comentario:
Hermoso
Publicar un comentario